De Alaska a la Patagonia, un territorio conectado a finales del siglo XVIII, en el que un hombre podía recorrer más de 15.000 km desde el extremo norte de América al extremo sur del continente, sin pasar por fronteras ni aduanas, con las mismas costumbres, con la misma moneda, en el mismo idioma español y practicando la misma religión sin objeciones.
La Monarquía Hispánica había alcanzado su máxima extensión territorial con la incorporación de Luisiana y las tomas de posesión en Alaska desde 1774. Allá por el año del Señor de 1793, este trayecto se podía hacer bien por tierra utilizando los distintos Caminos Reales o combinando algunas etapas con la vía marítima.
Para situarnos en el contexto histórico, la esperanza de vida al nacer en este siglo se situaba en los 30 años (promedio mundial, por la alta mortalidad infantil), Francia se encontraba en plena Revolución (1789-1799) y su rey Luis XVI había sido guillotinado ese mismo año de 1793. Los Estados Unidos tenían una población de 4 millones de habitantes (de los cuales mas de 700.000 eran esclavos) reunidos en quince estados en 1793, que no alcanzaban una cuarta parte de la extensión territorial de hoy día. Su primer presidente George Washington llevaba cuatro años en el poder y hacía unos meses en 1792 habían acuñado su primer dólar, aunque el real de a ocho español era la moneda fuerte y la que tenía mayor circulación y respaldo. Alemania, Italia y Bélgica no existían como estados. Polonia había sido repartida en 1793 entre Rusia y Prusia. El Imperio turco tenía sus fronteras en plena Europa con Austria y Polonia y en África se extendía hasta Túnez, frente a las islas de Sicilia y Cerdeña.
La ruta comenzaría por mar en la propia Alaska, región explorada por los españoles entre 1774 y 1793, en la que ya se había tomado posesión en nombre del Rey de distintos lugares, como el Puerto de Santiago (hoy Port Etches) (60°19’N), situado en la bahía del mismo nombre dentro de la isla de la Magdalena (hoy Kinchinbrook), descubierta y nombrada por Ignacio de Arteaga y Bazán, durante su viaje de exploración junto con Juan Francisco de la Bodega y Quadra. y donde tomó posesión el 23 de julio de 1779.
En aquella época de la historia, el primer avistamiento o descubrimiento de un territorio, con sus correspondientes actos de soberanía, daban titularidad a una nación, o legitimidad para reclamarlo como propio ante otras naciones.
El navío se dirigiría primero al este hacia la bahía de Valdés (61°07′51″N) y luego al sur a la de Córdoba, (60°32′34″N), que se encuentra a unos 24 kilómetros de la isla de la Magdalena, pasarían por la isla del Carmen (Kayak Island) (59°56′03″N), y el puerto de Mulgrave (Yakutat Bay) (59°43′54″N).
Continuarían hacia el sur pasando por el puerto de los Remedios (Sea Lion Bay) (57º 18´N), descubierto y nombrado en 1775 por los marinos españoles Francisco Antonio Mourelle y Juan de la Bodega y Quadra, dejando a babor Sitka Sound (57°03′11″N), cerca de la población actual de Sitka, en Alaska, y a la vista del monte San Jacinto (monte Edgecumbe) (57°03′N), (renombrado así tres años después, por el explorador británico James Cook), el archipiélago de Revillagigedo (Revillagigedo island) (55º38´03″N), el canal de Revillagigedo, (Revillagigedo channel) (55°03’24″N) y el puerto y bahía de Bucarelli (Bucarelli Bay) (55°17´N), antes de entrar en el territorio del hoy Canadá (frontera marítima hoy entre Estados Unidos y Canadá). Los nombres de Revillagigedo y Bucarelli se deben a dos de los virreyes de la Nueva España de esa época.
Pasarían poco después por la isla Zayas (Zayas island) (54°36’00″N), descubierta y nombrada un año antes por la expedición de Jacinto Caamaño poniéndole el nombre de su piloto Juan Zayas. Luego proseguiría un buen tramo hasta divisar la gran isla de Cuadra y Vancouver (hoy Vancouver Island), y en su proximidad recalar en la pequeña isla de Nutca, donde se encontraba el fuerte de San Miguel (49º37´N) y el asentamiento de Santa Cruz de Nutca (Yuquot) (49°35’30″N), donde establecería contacto con los nativos Kwakiutl. El fuerte había sido visitado en agosto de 1791 por las corbetas Atrevida y Descubierta de la expedición Malaspina.
La gran isla de Cuadra y Vancouver (hoy isla de Vancouver) en la que estaba resguardada la pequeña Nutca, fue circumnavegada por primera vez en 1792 por los exploradores españoles Dionisio Alcalá Galiano y Cayetano Valdés y Flores, de la expedición de Malaspina.
Poco después, avistando por la amura de babor los estrechos de Juan de Fucas (Strait of Juan de Fuca) (48º19´58″N) y de Haro (Haro strait) (49ºN) y dejando atrás el lago Diablo (Diablo Lake) (48°42’30.59″N), atravesarían la hoy frontera marítima entre Canadá y el estado de Washington en Estados Unidos, adentrándose en el propio estrecho de Juan de Fuca para comprobar los restos del fuerte Nuñez Gaona (Neah Bay) (48º21´56″N), fundado y construido en la misma bahía en 1792 por la expedición del marino español Salvador Fidalgo, primer asentamiento europeo en el actual estado de Washington. Descansarían en el Puerto de Nuestra Señora de los Ángeles (Port Ángeles) (48°07′05″N), nombrado así por el explorador español Francisco de Eliza en 1791, aunque a mediados de 1800 se acortó y se tradujo al inglés en su forma actual.
El navío saldría de nuevo a mar abierto, divisando a su izquierda el Monte Cerro Nevado de Santa Rosalía (Monte Olympus) (47°48′05″N), descubierto en 1774 por el explorador español Juan Pérez. El nombre se considera el primero dado por un europeo a un accidente geográfico en la región del actual estado de Washington. El 4 de julio de 1778, el explorador inglés John Meares le dio a esta montaña su nombre actual.
Luego, siguiendo por la costa del actual estado de Washington, desembarcaría en la Rada de Bucareli, (Grenville Bay) (47º24´N), donde podría descansar e intercambiar regalos por provisiones con lo nativos quinault, tierra en la que el 12 de julio de 1774 el comandante Heceta, el padre Benito de la Sierra, don Cristóbal Revilla, el cirujano don Juan González y Juan Pérez realizaron un desembarco para llevar a cabo el acto formal de la posesión. Fueron los primeros no-indios que ponían sus pies en lo que hoy es el estado de Washington y tomaron formalmente posesión de esa tierra.
Después de pasar por la Punta de los Mártires (Point Grenville) (47°18’9.00″N) y divisado la Cordillera de las Cascadas (46º51´02″N), atravesaría las corrientes turbulentas del Río San Roque o Entrada Hezeta (Columbia River) (46º24´53″N), (frontera marítima hoy entre los estados de Washington y Oregón). Fue el primer descubrimiento europeo documentado del río Columbia, a cargo de Bruno de Heceta avistando la boca del río en 1775. Los mapas españoles a menudo mostraban el estuario del río Columbia, con el nombre de Entrada de Hezeta o Río de San Roque.
(España reclamaba estas tierras hasta el paralelo 60° N, que se corresponde con la parte sur de la actual Alaska, pero ante la presión conjunta de británicos y rusos, prefirió no entrar en una nueva guerra, y por la Convención de Nutca de 1794 la frontera española (que era también el límite de la Alta California) quedó marcada en los 49° N (aproximadamente el límite sur del Canadá), límite que se mantuvo hasta el tratado de Adams-Onís de 1819.
El actual estado de Oregón que es una pequeña parte del territorio de Oregón, se encuentra entre las latitudes 46°N y 42ºN, sus costas del sureste fueron exploradas en 1542 por los españoles. En 1594 también exploraron sistemáticamente las costas del noroeste y en el siglo XVIII llamaron Cabeza de Heceta a la costa central. De los españoles proviene el topónimo Oregón, pues en esa época se le daba el nombre de los Orejones a los extensos territorios del noroeste americano situados al oeste de las Montañas Rocosas, hasta el océano Pacífico, que incluía los actuales estados de Oregón, Washington e Idaho y parte de los estados de Montana y Wyoming, y la actual provincia canadiense de Columbia Británica, comprendidos aproximadamente, entre las latitudes 42°N y 54°40’N. El nombre como tal se encuentra en la crónica «Relación de la Alta y Baja California» (1598), del novohispano Rodrigo Montezuma, y hace referencia además al río que hoy se llama Columbia.
El navío entonces se dirigiría con vientos favorables hacia el sur costeando el hoy estado de Oregón, ruta bien conocida por los galeones de Manila, pasarían por Manzanita (45°42′60″N), donde en 1693 naufragó el galeón español Santo Cristo de Burgos, procedente de Manila, divisarían la montaña Cabeza de Heceta (Heceta Head) (44°08’20″N) y el cabo Blanco (42º50´15″N) y entrarían en las aguas del hoy estado de California, después de atravesar el paralelo 42. (frontera marítima hoy entre los estados de Oregón y California).
Pronto recalarían en el puerto de Trinidad (Trinidad Head) (41ª03´33″N), donde el 9 de junio de 1775, dos exploradores de la Armada española Bruno de Heceta y Juan Francisco de la Bodega y Quadra anclaron en su bahía, comerciaron con los indios y dos días después, el Domingo de la Trinidad, 11 de junio de 1775, fue reclamada formalmente para España en nombre de Carlos III, tomando posesión y erigiendo una cruz en la cima. En dicho lugar se encuentra hoy una cruz de piedra tallada que lleva la inscripción: «Carolus III Dei G. Hyspaniorum Rex», «En nombre del Rey Carlos de España». El área fue nombrada «la Santísima Trinidad».
Reanudado el viaje pasarían por el cabo Mendocino (40°26′24″N), cabo descubierto por los españoles el 1 de marzo de 1543 y llamado así en honor del primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza y Pacheco, patrocinador de la expedición.
Luego pasarían por Punta Gorda (40º24´N) y más al sur por Punta Arenas (Point Arenas) (38°54’19.19″N), donde en 1542 habían llegado los españoles, bautizando el promontorio como Cabo de la Fortuna, en reconocimiento a su difícil travesía. En 1775 pasó a llamarse Punta Delgado y posteriormente la zona pasó a conocerse como Punta Barra de Arena (punta de banco de arena) y finalmente quedó en Punta Arenas, que es en si una península estrecha que se adentra unos 800 metros en el Océano Pacífico.
A unos 48 km al norte de San Francisco, pasarían por la bahia Bodega (Bodega bay) (38º16´25″N) y la bahía Tomales (Tomales bay) (38º08´55″N), cartografiada por primera vez en 1775 por el explorador de la Armada española Juan Francisco de la Bodega y Quadra.
Finalmente dejarían La Punta Reyes (38°04′09″N), originalmente bautizada Punto de los Reyes por el explorador español Sebastián Vizcaíno cuando su nave, la Capitana, ancló en la hoy bahía Drakes (38º00´43″N), el 6 de enero de 1603, día de Reyes (Epifanía).
Embocada la gran bahía de San Francisco donde desembarcaría, recuperaría fuerzas en el fuerte Presidio Real de San Francisco (37°45’36.00″N), el mas septentrional de los fuertes españoles en la Alta California y origen de la actual ciudad de San Francisco.
Utilizando ahora el caballo o la carreta para viajar por tierra se dispondría a utilizar el Camino Real de las Misiones de la Alta California, que era parte del Camino de Anza (se llamaba «Camino Real» a todos los caminos transitables en carreta y que tuvieran interés público desde el punto de vista de la Corona).
En 1793 solo estaban abiertas trece de las veintiún misiones que se fundaron en California, suficientes para visitarlas e ir completando el aprovisionamiento, primero en la cercana Misión Dolores (37º45´N) y luego mas al sur la Misión Santa Clara (37°20′57″N).
El siguiente desplazamiento lo haría por los siguientes lugares:
San José de Guadalupe (San José) (37°18′15″N), pueblo fundado por Felipe de Neve en 1777 y primera población española de California.
Cruce del río y valle del Carmelo. Sebastián Vizcaíno en 1602 había descubierto para España lo que ahora se conoce como Valle del Carmelo, nombrándolo así en honor a los tres frailes carmelitas que servían como capellanes del viaje.
Fuerte Presidio Real de Monterrey (36°36’14.40»N), ya dentro de la ciudad de Monterrey, capital de la Ata California desde 1777.
Misión de San Carlos Borromeo, (36º32´34″N), situada en la hoy ciudad californiana de Carmel By de Sea.
Descendiendo por la Alta California, a unos 8 km de la Misión San Carlos cruzaría un pequeño arroyo costero, Arroyo Mal Paso (Malpaso Creek) (36°28’52″N), antes de visitar tres misiones:
Misión Nuestra Señora de la Soledad (36°24′17″N), fundada en 1791 y origen de la actual ciudad de Soledad. Llegó a tener cuatro graneros, molino, fábrica de queso, habitaciones para las mujeres solteras, religiosos y neófitos o indios conversos, botica, y taller de zapatero, entre otros. Se especializó en la producción de lana y tejeduría. Además había viñedo, huerto frutal, y animales de crianza repartidos en 6.000 cabezas de ganado, 5.000 ovejas y 600 caballos.
Misión San Antonio de Padua (36º00´54″N), fundada en 1771 en el valle de Los Robles. Allí se celebró el primer matrimonio en California el 16 de mayo de 1773 y se alojó Juan Bautista de Anza en 1776. Disponía de tejeduría, viñedos y curtidoría y un total de 20.118 animales, entre ellos 8.000 cabezas de ganado y 11.000 ovejas y 500 caballos.
Misión San Luis Obispo (35°16′51″N). Fundada en 1772, el edificio que se encuentra en la actualidad fue erigido ese año de 1793. Llegó a tener 2.500 cabezas de ganado y 5.422 ovejas y una gran producción agrícola.
En el siguiente tramo pasaría por el Presidio Real de Santa Bárbara (34°26′10.78″N), construido en 1782, último puesto militar avanzado levantado por España en esta región de América. El fuerte de adobe original se construyó durante un período de unos cinco años, con ampliaciones y otros cambios que tuvieron lugar hasta la década de 1790. Se necesitaron alrededor de 300.000 a 400.000 ladrillos de adobe de 55 libras para construir el fuerte, ladrillos hechos con el trabajo pagado de 20 a 30 indígenas locales y un número casi igual de soldados y marineros españoles. Protegía las tres misiones de esta zona:
Misión La Purísima Concepción (34°40′14″N) fundada en 1787
Misión Santa Bárbara (34°25’33″N)
Misión Buenaventura (34°16’52″N)
Después de pasar por la Misión San Gabriel (34°05′48″N y la ciudad de Santa Mónica (San Gregorio, El Berendo) (34º01´19″N), fundada el 3 de agosto de 1769 por el misionero franciscano Juan Crespi, de la expedición de Gaspar de Portolá, llegaría a la ciudad del Pueblo de Nuestra Señora de la Reina de Los Ángeles del Río de Porciúncula (Los Ángeles) (34°01′10″N), donde se detendría para descansar.
Ya en el último trayecto por la costa californiana, pasaría por las dos últimas misiones situadas mas al sur en la Alta California:
Misión de San Juan Capistrano (33°30′10″N)
Misión de San Diego (32°47′04″N)
En esta última y en el fuerte Presidio Real de San Diego (32°45′31″N), construido en 1770, se aprovisionaría para varios días pues tendría por delante un largo recorrido hasta enlazar con el Camino Real de Tierra Adentro.
Puesto en ruta, enfilaría rumbo al este continuando por el Camino de Anza, evitando el desierto de Sonora que quedaría al sur en el sentido de su marcha, y en busca del Camino Real.
Después de pasar por la hoy frontera entre los estados de California y Arizona, recorrería a caballo los 237 km que le separaban de la ciudad de Yuma, tardando aproximadamente 4 días a razón de 60 km diarios.
Continuaría el camino desde Yuma hasta al fuerte Presidio Real de San Agustín de Tucsón, construido en 1775 y donde ese año de 1793 se firmó la paz definitiva con los apaches. La distancia recorrida desde Yuma sería de 379 km que podría hacerla en algo más de 6 días.
Desde este fuerte haría una visita para aprovisionarse a la cercana Misión de San Xavier del Bac (fundada en 1692 por el padre jesuita Eusebio Kino, la cual ha permanecido intacta hasta la actualidad, con su exuberante retablo en pan de oro en su interior) y continuaría en demanda de Paso del Norte pasando por la primera línea de fuertes en esta región: el Presidio de San Ignacio de Tubac construido en 1752, el Presidio de Fronteras de los Apaches, construido en 1693 en Santa Rosa de Corodeguachi y el Presidio de San Felipe y Santiago de Janos, construido en 1686, recorriendo mas de 770 km, lo que a caballo, sosteniendo esa frecuencia diaria supondría 13 días, durante los cuales cruzaría las hoy fronteras entre Estados Unidos y México y las interestatales ente Arizona, Nuevo México y Texas.
En Paso del Norte habría llegado entonces al Camino Real de Tierra Adentro, conocido popularmente como Camino de Santa Fe o Camino de La Plata. El 1 de agosto de 2010, el Comité del Patrimonio de la Humanidad de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró éste recorrido como Patrimonio de la Humanidad. Son 55 los sitios históricos situados a lo largo del Camino.
En Paso del Norte o Villa de Nuestra Señora del Pilar del Paso del Río del Norte, que contaba en 1793 con 5.233 habitantes según el censo de Revillagigedo de 1790-93, nuestro viajero visitaría el fuerte Presidio de Nuestra Señora del Pilar y del Señor San José construido en 1685. La ciudad era el punto de entrada, tras cruzar el Río Grande del Norte para llegar a Nuevo México. Surgió a partir de la misión franciscana fundada en 1659 por Fray García de San Francisco. Hoy está dividida por el río Bravo/río Grande en dos ciudades: El Paso en Estados Unidos y Ciudad Juárez en México.
Después de atravesar la frontera actual de Estados Unidos y México, y ya en pleno Camino Real, se dirigiría hacia el sur para hacer los 140 km que le separaban de El Carrizal, donde se encontraba el fuerte Presidio de San Fernando de las Amarillas del Carrizal, fundado el 8 de noviembre de 1758 por Mateo Antonio de Mendoza gobernador de la Nueva Vizcaya, siendo prácticamente el único punto intermedio situado en pleno desierto, en la ribera del río del Carmen, hasta llegar a la entonces Villa de San Felipe el Real de Chihuahua (hoy Chihuahua) que contaba ese año con 10.416 habitantes, según el censo de Revillagigedo de 1790-93 y que se encuentra a 254 km de El Paso.
Desde aquí hasta Durango hay 640 km y podría elegir entre varias rutas y hacerlo en varias etapas, una le llevaría por el oeste pasando por San Francisco Javier de Satevó, Parral, Santa Bárbara (a 247 km de Chihuahua) y San Miguel de Bocas (villa de Ocampo) donde le quedaría hasta Durango 345 km.
La segunda, algo más larga por el este le llevaría por la Misión de San Francisco de Conchos, el fuerte Presidio de Nuestra Señora de las Caldas de Guejoquilla, Valle de San Bartolomé (Valle de Allende), Cinco Señores (Nazas), Cerro Gordo, la hacienda de San Mateo de La Zarca, San Pedro el Gallo, Santiago de Mapimí y Pasaje de Cuencamé.
En pleno Camino Real se podría entretener en visitar la hacienda de la Limpia Concepción de El Canutillo, las iglesias de San José de Avino, la capilla de la hacienda de la Inmaculada Concepción de Palmitos de Arriba o la capilla del Refugio de la hacienda de Cuatillos.
En la Villa de Durango, (10.819 habitantes, según censo de Revillagigedo de 1790-93) visitaría la hacienda de San Diego de Navacoyán y pasaría por el Puente del Diablo.
Desde la ciudad de Durango hasta la ciudad de México le separarían todavía casi 1.000 km, que discurriendo por este principal Camino Real le haría pasar por las siguientes ciudades:
a 54 km: Nombre de Dios (7.528 habitantes ese año), donde visitaría sus preciosas iglesias.
a 125 km Sombrerete (22.946 habitantes, censo de Revillagigedo 1790-93) donde visitaría la iglesia de San Pantaleón Mártir y la ciudad de Noria de San Pantaleón.
a 168 km: Sain Alto donde podría descansar en alguna de sus haciendas.
a 233 km: Fresnillo (43.777 habitantes, censo de Revillagigedo 1790-93) y el Santuario de Plateros recién construido en 1790.
a 357 km: Zacatecas o Real de Minas de Nuestra Señora de los Zacatecas, declarada en 1993 por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad, que contaba en 1793 con 24.495 habitantes (censo de Revillagigedo 1790-93), y desde donde visitaría el magnífico Colegio y Convento de Nuestra Señora de Guadalupe de Propaganda Fide, fundado el 12 de enero de 1707 por fray Antonio Margil de Jesús, hoy Museo Guadalupe. Desde aquí pasaría por los siguientes lugares antes de llegar a Aguascalientes a 119 Km:
La cueva de Ávalos en Ojo Caliente, la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en la ciudad de Noria de Ángeles, la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores en El Carro (Villa González Ortega), la ciudad de Pinos, la Capilla de San Nicolás Tolentino de la hacienda de San Nicolás de Quijas, Ojuelos y su puente y la hacienda de Ciénega de Mata.
Unos kilómetros antes de Aguascalientes el camino se bifurca y podría tomar un ramal hacia el este para visitar San Luis Potosí, (21.571 habitantes, censo de Revillagigedo 1790-93), que se encuentra a 164 km de Zacatecas. Por entonces era la capital de la Intendencia de San Luis que incluía a las provincias del Nuevo Reino de León, Nuevo Santander, Coahuila y Texas. Luego retomaría un ramal paralelo dirigiéndose directamente a Querétaro a 211 km al sur.
En caso de mantenerse en el camino principal y ya en la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes (12.246 habitantes, censo de Revillagigedo 1790-93), le quedarían hasta Guanajuato 196 km, pero antes de llegar a esa ciudad transitaría por los siguientes lugares:
La hacienda de Cieneguilla, la hacienda de Peñuelas, el cementerio de la villa de la Encarnación, Santa María de Lagos (Lagos de Moreno) y su puente, el puente de La Quemada y la hacienda de San Diego del Jaral de Berrio.
Santa Fe de Guanajuato, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988, contaba en 1793 con 32.098 habitantes (censo de Revillagigedo). En la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato le quedarían 354 km para llegar a la ciudad de México y continuaría por:
a 76 km San Miguel el Grande (22.583 habitantes, Censo de Revillagigedo), declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 2008.
Muy cerca se desplazaría al Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco y los puentes de San Rafael y de El Fraile, la capilla de la hacienda de Buenavista y la hacienda de Chichimequillas.
Su próxima parada la haría en Santiago de Querétaro (19.587 habitantes, Censo de Revillagigedo 1790-93), declarada por la Unesco en 1996 como Patrimonio Cultural de la Humanidad, lugar donde se halla el majestuoso Acueducto de Querétaro construido por los españoles entre 1726 y 1735. Desde aquí iniciaría su última etapa de 220 km antes de llegar a México pasando por:
a 57 km pasaría por San Juan del Río (11.226 habitantes, según el censo de Revillagigedo) después de cruzar por el puente de piedra, construido en 1711 por el arquitecto Pedro de Arrieta según orden del virrey Francisco Fernández de la Cueva, X Duque de Alburquerque. En esta ciudad visitaría el templo y convento de Santo Domingo y la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe.
a 97 km se detendría en la hacienda jesuita de Arroyozarco, (a 12 km de Aculco), con su mesón para diligencias cuyos viajantes solían pernoctar. En su entrada principal mostraba el escudo de la orden religiosa jesuita elaborado sobre piedra de tezontle, marcando el año de 1723.
Y ya muy cerca de la capital del virreinato, pasaría por el puente de La Colmena a 74 km de la ciudad de México, el Convento de San Francisco en Tepeji del Río, a 70 km de México y el colegio de San Francisco Javier en Tepotzotlán a 38 km de México.
En la ciudad de México, que contaba oficialmente con 112.926 habitantes, ya sumados los del censo de Revillagigedo de 1790-93 y del personal religioso, la magnífica capital de la Nueva España, fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1987. Descansaría primero y luego visitaría durante varios días los innumerables monumentos y la Universidad más antigua del subcontinente de América del Norte, la Real Universidad de México. Ese año se encontraba en la sede del virreinato el virrey Juan Vicente de Güemes, Una vez repuesto, se prepararía para continuar por la ruta mas corta hacia Centroamérica. transitando por:
a 135 km: Puebla de los Ángeles (81.046 habitantes, censo de Revillagigedo 1790-1793), declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1987.
a 256 km: Santa María de la Concepcion de Tehuacan y Cueva (6.892 habitantes, censo de Revillagigedo 1790-1793), donde visitaría los conventos de San Francisco y Nuestra Señora del Carmen y la catedral de la Inmaculada Concepción.
a 462 km: Antequera de Oaxaca (actual Oaxaca) (18.236 habitantes, censo de Revillagigedo 1790-1793), Declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1987. Desde esta ciudad se dirigiría hacia la costa del Pacífico donde a 248 km pasaría por Santo Domingo Tehuantepec y luego 146 km más adelante se detendría en San Pedro Tapanatepec.
Desde aquí tendría dos alternativas: por el norte el Camino Real de Chiapas o por el sur bordeando la costa del Pacífico por el Camino Real del Soconusco. Este último sería el más rápido y mas corto, pero en época de lluvias (invierno) era prácticamente imposible de transitar, pues los ríos crecían de tal forma que se anegaba el camino.
Este Camino Real del Soconusco que corría paralelo a la costa del Océano Pacífico, fue el primer eje de enlace entre el sur de la Nueva España y la Audiencia de los Confines o de Guatemala.
Las localidades y lugares por los que pasaba eran: Tonalá, Pijijiapan, Mapastepec, Cacalutla, Soconusco, Villa Comaltitlan, Huitztlan, Huehuetlan, Tapachula, frontera hoy entre México y Guatemala, Ayutla, río Suchiate Santiago de Coatepeque, San Sebastián, Mazatenango, río Bravo, Escuintla, Santa Lucía, Antigua Guatemala, y a 45 km de esta, Nueva Guatemala de la Asunción. En esta ciudad podría tomar un ramal hacia el norte para visitar Esquipulas donde se encuentra la Basílica de Esquipulas, el hogar del Cristo Negro.
Gobernaba ese año de 1793 la Capitanía General de Guatemala en las que estaban incluidas las Intendencias de Ciudad Real de Chiapas, San Salvador, Comayagua y León y las Provincias de Costa Rica y Guatemala), el teniente general del ejército español Bernardo Troncoso Martínez del Rincón.
Si tomara el Camino Real de Chiapas desde San Pedro Tapanatepec, discurriría por las siguientes localidades: Cintalapa, Ocozocautla, Tuxtla (donde visitaría la iglesia de la Virgen de la Candelaria con un retablo antiguo de la Virgen) y Chiapa de los indios (hoy Corzo).
Desde esta localidad tendría a su vez otras dos opciones pues el Camino Real se había modificado durante el siglo XVIII y algo mas al norte transitaba por un terreno más favorable pasando por Ciudad Real de Chiapas (hoy San Cristóbal de las Casas), después continuaría por Teopisca, Amatenango del Valle, Comitán, donde haría una visita a la preciosa iglesia de Santo Domingo del siglo XVI), Santísima Trinidad de Zapatula (hoy Trinitaria), donde visitaría el Parador de Santa María y el convento del siglo XVII de San José Coneta.
En caso contrario proseguiría por el antiguo Camino Real, que atravesaba la Villa de Acala, Ostuta, San Bartolomé de los Llanos (hoy Venustiano Carranza), Copanaguastla y las ruinas de su formidable convento dominico de San Vicente Ferrer, Coapa, San José Coneta y Aquespala, donde había un servicio de paso de viajeros para atravesar el río Agua Azul. Los equinos pasaban a nado (para que no se ahogaran, desde la embarcación se les levantaba el hocico con una cuerda).
Una vez pasada la hoy frontera entre México y Guatemala, proseguiría por:
La Mesía
Huehuetenango
Tecpan, fundado en 1524 por españoles, tlaxcaltecas y cholutecas en el lugar donde estaba Iximche, capital de los kaqchikeles.
Chimaltenango
Antigua Guatemala, la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, donde en 1681 había iniciado sus clases la Real Universidad de San Carlos Borromeo. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
Nueva Guatemala de la Asunción Desde esta ciudad, fundada en 1776 por el traslado desde Antigua Guatemala, que contaba en 1780 con más de 25.000 habitantes y era sede de la Capitanía General de Guatemala y de la Real Audiencia, mantendría el rumbo paralelo a la costa del Pacífico para llegar finalmente a la ciudad de Panamá, que en línea recta se encuentra a 1.300 km, cruzando antes por:
Frontera hoy entre Guatemala y El Salvador
Santa Ana
Suchitoto, sitio donde a 12 km se fundó la ciudad vieja de San Salvador en 1528 y que fue trasladada en 1545 a su actual emplazamiento.
Frontera hoy entre El Salvador y Honduras
Villa de Jerez de la Frontera de Choluteca, fundada en 1535.
Frontera hoy entre Honduras y Nicaragua
Ya en la provincia de Nicaragua pasaría por:
Chinandega
Santiago de los Caballeros de León
Leal Villa de Santiago de Managua
Santiago de Granada (dejando por el este el volcán Mombacho y el lago Cocibolca).
Villa de la Purísima Concepción de Rivas, fundada en 1720.
Macizo de Peñas Blancas (que hace hoy frontera entre Nicaragua y Costa Rica).
Entrando en la provincia de Costa Rica por la hacienda de Santa Rosa (hoy La Cruz) y atravesando la selva tropical de Monteverde, llegaría a su capital Cartago, donde tomaría el Camino de Mulas de Cartago a Panamá y bajando a la planicie costera proseguiría por Quepos, Boruca, cruce del río Grande de Térraba en Paso Real, y en Paso Canoas atravesaría la actual frontera entre Costa Rica y Panamá.
Entrando en la provincia de Veragua (hoy es una parte de Panamá) se dirigiría a:
Nuestra Señora de los Remedios (1589), Santiago de Alange (1591), David (1602), Tolé, San Pedro de Montijo (1590) y Santiago de Veraguas (1621).
Reemprendería viaje entrando en la provincia de Panamá y pasaría por:
Natá de los Caballeros (1522), Penonomé (1581), río Hato, La Chorrera (1550) y luego prácticamente finalizaría su viaje por el subcontinente de América del Norte en la capital mas antigua de la parte continental de toda América, la ciudad de Panamá.
Este Camino de Cartago a Panamá tenía una extensión de más de 900 km y fue abierto en 1601 por Gonzalo Vázquez de Coronado. Necesitaba todos los años una serie de arreglos que se realizaban en verano, única época en que era transitado, pues en invierno las copiosas lluvias, lo accidentado y abandonado del terreno y los numerosos ríos que cruzaba, tornaban imposible su utilización.
En la hermosa ciudad de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá, primera ciudad europea permanente en la costa americana del Pacífico, que contaba en 1793 con 7.857 habitantes, descansaría un tiempo y planificaría el viaje por un nuevo subcontinente, el de América del Sur, por los virreinatos de Nueva Granada, Perú y Río de la Plata.
El camino no podría continuar por vía terrestre porque se lo impediría la selva pantanosa del Darién, hoy conocido como Tapón del Darién, impracticable incluso en la actualidad. Una opción sería embarcarse en la misma ciudad de Panamá con destino al Perú y desembarcar en Guayaquil lo que le llevaría 13 días para una distancia de 1.400 km.
La segunda opción, que le permitiría pasar por el virreinato de Nueva Granada, sería cruzar el istmo dirigiéndose al norte hacia la costa caribeña, bien por el Camino Real de Cruces para llegar a Chagres o directamente a San Felipe de Portobelo por su Camino Real. Allí se embarcaría hacia Cartagena de Indias.
La ruta del Camino Real de Cruces comenzaba en la ciudad de Panamá, se iba por tierra, a pie o en mulas, hasta la localidad de Venta de Cruces, a orillas del río Chagres. El trayecto era de seis leguas (aproximadamente seis horas de recorrido a pie). Desde el poblado de Cruces, seguiría el recorrido en bote, siguiendo el curso del río Chagres, hasta su desembocadura en el Fuerte de San Lorenzo (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980), en Chagres, a donde se podía llegar en un día.
En cambio la ruta que le llevaría a Portobelo era más lenta y difícil, el terreno era abrupto y estaba sometido a lluvias torrenciales frecuentes, en un recorrido de 18 leguas, lo que normalmente se hacía a lomo de mula en cuatro jornadas.
Tanto en uno como en otro puerto se embarcaría para Cartagena de Indias (13.690 habitantes en 1777), atravesando la frontera marítima actual entre Panamá y Colombia, en un trayecto por mar que podía durar cinco días. Declarada por la Unesco en 1984 como Patrimonio Mundial de la Humanidad, allí visitaría las magníficas fortalezas de la ciudad donde casi 50 años atrás, los españoles habían propinado una contundente derrota a los británicos en La batalla de Cartagena de Indias. Desde esa estratégica y magnífica ciudad se dirigiría primero a la capital del virreinato de Nueva Granada, Santa Fe de Bogotá.
Para ello debería hacer una etapa inicial mediante una travesía fluvial por el río Magdalena hasta el puerto de Honda.
Iniciaría el recorrido por el Canal del Dique (tiene una longitud de 115 kilómetros que discurren entre la bahía de Cartagena y la localidad de Barrancas (Calamar) ya en el río Magdalena. Construido por los españoles en 1650, une varias lagunas, lo cual explica la forma de S horizontal. La travesía normal en champanes y canoas duraba tres o cuatro días). Ya en el río Magdalena pasaría por Santa Cruz de Mompox, (10.000 habitantes en 1793), declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1995. Desde esta ciudad le restarían más de 627 km por el curso del Magdalena, pasando por Nuestra Señora de la Candelaria de el Banco, San Pablo, Barrancabermeja y Remolino Grande (hoy Puerto Berrio), para llegar al puerto de Honda.
En San Bartolomé de Honda, a 229 msnm, ya por medios terrestres debería encaminarse por el Camino Real de Honda o Ruta Mutis hacia el sureste, para llegar hasta la capital del virreinato, franqueando 154 km, de los cuales los primeros 15 km serían en ascenso hasta los 2.600 metros de altitud por la Cordillera Oriental, hasta encontrar la sabana de Bogotá. El paso se haría por Guaduas, Villeta, La Mesa y Facatativá y duraría una semana con tiempo seco, aunque en invierno podía tomar el doble dada la dificultad del camino.
La capital del virreinato de Nueva Granada era Santa Fe de Bogotá y contaba en 1793 con 18.174 habitantes. Era también la sede de la Audiencia y Cancillería Real de Santa Fe en el Nuevo Reino de Granada. Allí se encontraba ese año el virrey José Manuel de Ezpeleta. Después de visitar la Universidad de Santo Tomás, debería prepararse adecuadamente para llegar hasta la capital del virreinato vecino, Lima, pues tendría que discurrir y atravesar los Andes para una distancia total de casi 3.000 km.
Antes de llegar a Lima, era obligado pasar por Quito y para ello se abrían dos rutas equivalentes: la más sencilla discurría por el valle del Magdalena pasando por Neiva y Timaná. La segunda que permitía conocer ciudades importantes, es la que preferiría.
Elegida entonces la segunda opción, lo podría hacer en tres etapas:
La primera de 458 km entre Bogotá y Cali pasaría por:
San Bartolomé de Tuluá
Santiago de Cali (6.548 habitantes en 1793).
En la segunda etapa de 386 km desde Cali a Pasto, dejaría a su derecha el fértil valle del río Cauca situado entre el Océano Pacífico y la Cordillera Occidental, pasando por:
Villa de Ampudia (Jamundi), fundada en 1536.
Santander de Quilichao, fundado en 1755.
Asunción de Popayán, donde visitaría su Casa de la Moneda establecida en 1748.
San Juan de Pasto, con una población aproximada en esos años de 8.000 personas.
La tercera etapa desde Pasto a Quito de 338 km transcurriría por:
Ipiales
Frontera hoy entre Colombia y Ecuador
San Francisco de Quito (28.000 habitantes en 1780) declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1978. Sede de la Real Audiencia, a su llegada a la monumental ciudad descansaría, visitaría sus monumentos y prepararía varias etapas para los próximos 1.800 km que le llevaría hasta Lima, la Ciudad de los Reyes.
Utilizando el Camino Real de Quito reanudaría el viaje pasando por las siguientes ciudades:
Santiago de Guayaquil, (8.490 habitantes en 1790).
Santa Ana de los Ríos de Cuenca, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1999.
Frontera hoy entre Ecuador y Perú
San Miguel de Tangarará (Piura), que contaba en 1793 con 7.203 habitantes.
Santa María de los Valles de Chiclayo
Desde esta ciudad tomaría un desvío para visitar la ciudad de San Antonio de Cajamarca, donde Francisco Pizarro comenzó a ejercer el poder sobre las tierras del inca en 1536.
Ciudad de Trujillo, sede de la Intendencia de Trujillo desde 1784 que incluía a Lambayeque, Piura, Cajamarca, Huamachuco, Chota, Moyobamba, Chachapoyas, Jaén y Maynas.
Lima, la famosa capital virreinal con más de 55.000 habitantes en esos años, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988, cuyo virrey en 1793 era Francisco Gil de Taboada y Lemus, era también sede de su Real Audiencia, y a finales del siglo XVIII una hermosa y rica ciudad. Nuestro viajero visitaría la Universidad mas antigua de la América continental, la Universidad de San Marcos y podría leer ese año en la capital limeña los acontecimientos de la Revolución Francesa en los periódicos de la Gaceta de Lima y el Mercurio Peruano.
Desde Lima tomaría el Camino Real del Alto Perú, que le llevaría hasta la costa Atlántica, pero también tendría la posibilidad de elegir la ruta de Chile para alcanzar desde el Océano Pacífico el estrecho de Magallanes. En este caso tendría mas adelante, en Cuzco, dos opciones que decidiría cuando llegara a esta ciudad.
El Camino Real del Alto Perú o Camino Real de Lima a Buenos Aires, un recorrido de más de 4.500 km, de los cuales 1.511 km son por el actual territorio de Perú, 1.043 km por la actual Bolivia y 2.118 km por la actual Argentina, donde hasta la ciudad de Salta a unas 800 leguas de distancia, las mulas empleaban dos meses, arreando día y noche. El Camino conectaba por tierra ambas vertientes oceánicas en sentido Noroeste-Sureste y comenzando en la propia capital virreinal, pasaba por las siguientes ciudades y localidades:
Villa Rica de Oropesa (Huancavelica), con 5.146 habitantes en 1793.
San Juan de la Frontera de Huamanga, donde visitaría la Universidad de San Cristóbal de Huamanga y se detendría para conocer sus importantes edificaciones y su espléndida arquitectura civil y religiosa.
San Pedro de Andahuaylas, la Grande, de la Corona.
Santiago de los Reyes de Abancay, importante lugar de tránsito de mercancías entre las ciudades costeras y la sierra sureste.
Cuzco, sede de la Audiencia y Cancillería Real del Cuzco desde 1787. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983. Si decidiera seguir por este Camino Real hasta Buenos Aires, le quedarían más de 3.200 km por recorrer. Si en cambio decidiera continuar por el camino de Chile hasta el archipiélago de Chiloé, última región habitada en el Pacífico por los españoles, serían 4.000 km.
Por la ruta hacia el Océano Atlántico pasaría por:
San Carlos de Puno, fundado en 1668 e importante punto de paso entre Arequipa, Cuzco, La Paz y Potosí.
San Andrés de Desaguadero, ciudad a orillas del lago Titicaca y dividida hoy por la frontera entre Perú y Bolivia.
Villa de San Felipe de Austria de Oruro
Chuquisaca, (hasta 1776 La Plata, hoy Sucre), sede de la real Audiencia de Charcas y donde visitaría la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca, fundada por la Compañía de Jesús en 1623. En 1991 la ciudad fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
Villa Imperial de Potosí, con 24.000 habitantes en 1789, (declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1987). Se encontraba a 55 días a caballo de la ciudad de Buenos Aires, del que lo separaban ahora 2.200 km.
Atravesando el Valle de Suipacha con abundante pasto y agua, y mas tarde por la hoy frontera entre Bolivia y Argentina, llegaría a Yavi, donde había una importante hacienda, gracias al tráfico comercial y de viajeros que existía entre el Río de la Plata y el Alto Perú. Se encontraría a una altitud de 3.500 msnm.
Quebrada de Humahuaca
Humahuaca, fundada en 1594.
San Salvador de Jujuy, que contaba con 13.889 habitantes en 1778.
San Felipe y Santiago de Lerma en el Valle de Salta (Salta), distaba 400 leguas (1.930 km) de Buenos Aires por un camino carretero, lo que tenía la ventaja comparativa de que las mercancías viajaban en carretas; se calculaba que el viaje redondo (ida y vuelta) duraba cinco meses.
Posta de Yatasto, a mitad de camino entre Salta y Tucumán, unos 150 km a cada lado.
San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión, situada a mas de 1.300 km de la ciudad de Buenos Aires. En esta ciudad se le abriría la posibilidad de retomar el Camino de Chile dirigiéndose hacia el suroeste. En caso de continuar por el Camino del Alto Perú seguiría por:
Estancia y Posta de Sinsacate, que pertenecía desde 1762 al Servicio de Postas y se encontraba a 55 km de Córdoba.
Córdoba de la Nueva Andalucía, donde visitaría la Universidad de Córdoba fundada por la Compañía de Jesús en 1613 y declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. En esta ciudad residía esos años el que fuera gran gobernador de la provincia e Intendencia de Córdoba, Rafael de Sobremonte.
Estancia de Fontezuela, la Dormida de Pergamino
Pago de los Arroyos, a orillas del río Paraná, en la encrucijada del Camino Real que se bifurcaba al noroeste (a Córdoba, Bolivia y Perú), y al norte (al Litoral hacia Paraguay), y donde años más tarde crecería la ciudad de Rosario, a 300 km de Buenos Aires.
Buenos Aires, que en 1778 contaba con 37.679 habitantes, era la capital del recién establecido Virreinato del Río de la Plata (1776) y cuyo virrey en 1793 era Nicolás de Arredondo. Era también la sede de la Audiencia y Cancillería Real de Buenos Aires desde 1785.
Desde allí su próximo y último objetivo sería alcanzar los confines de la Patagonia, que se encuentra a más de 2.000 km y debería hacerlo en barco pues no existía camino por el interior.
Primero se trasladaría a la cercana Montevideo, cruzando la actual frontera marítima entre Argentina y Uruguay, que contaba en el año de 1793 con una población de 15.245 habitantes. Era el habitual puerto para la comunicación con el sur patagónico, que se realizaba con los buques de la Armada. Junto con la creación del Virreinato del Río de la Plata, en 1776, se había procedido a la creación del Apostadero Naval de Montevideo, cuya misión era resguardar el río del mismo nombre y proteger las islas Malvinas de las apetencias británicas.
Nuestro viajero entonces se embarcaría en un navío de la Armada y arribaría a las ciudades de Viedma y su vecina Carmen de Patagones (40°47′00″S), a más de 900 km distancia, recién fundadas en 1779 en la desembocadura del río Negro.
Zarpando de nuevo para hacer un tramo, ahora mas corto, de 520 km, fondearía en la Bahía Gil (45º02´40″S), donde en 1535 los españoles fundaron el efímero Puerto de los Leones. El nombre definitivo de esta caleta fue dado en el año 1789 en el marco de la expedición científica de Malaspina, en la cual le dieron el nombre en honor del capitán de fragata y comandante del «Andaluz», Francisco Gil de Taboada y Lemos, que sería virrey del Perú.
A continuación dejarían por estribor Puerto Deseado, (47º45´00″S) donde en 1780 Antonio de Viedma y Verdejo fundó un establecimiento español, abandonado en 1784 y reestablecido en 1790, con la Real Compañía Marítima de Carlos IV, en sociedad con particulares, que instaló un fuerte en Puerto Deseado para ser utilizado en la extracción de aceites de lobos marinos y de ballenas. El fuerte sería abandonado en 1807 al disminuir la rentabilidad y por causa del clima y los ataques ingleses.
Mas adelante la nave entraría y visitaría el Puerto de Santa Cruz (50°1’8.76″S), donde el 3 de mayo de 1520, el capitán de la nao Santiago de la expedición de Magallanes, Juan Rodríguez Serrano descubrió la boca de un amplio río al que llamó Santa Cruz y adentrándose en el mismo, avistaría a las bautizadas islas del Medio aptas para fundar un establecimiento, pero al intentar regresar con la noticia del hallazgo, la nave sufrió un accidente y sus tripulantes debieron permanecer en el lugar durante dos largos meses.
Muy cerca de allí a unos 50 km al norte se encuentra Puerto de San Julián (49°18′25″S), donde Magallanes mandó poner una cruz en la elevación más alta de la zona, un cerro de 285 metros de altura desde el que se divisa toda la bahía y al que bautizó Monte Cristo (hoy Monte Wood). El 1 de abril de 1520, Domingo de Ramos se celebró la primera misa en el actual territorio argentino. En 1780 se fundó la ciudad de Floridablanca a unos 10 km al noroeste del centro de la actual ciudad, cuyas ruinas están siendo exhumadas.
La penúltima travesía, de 360 km, les haría llegar a la desembocadura del rio Gallegos (51°37’21.4″S), donde en 1525 descansó la expedición de García Jofre de Loaysa que lo nombró río San Ildelfonso y años mas tarde en 1535 la expedición dirigida por Simón de Alcazaba, lo renombró como río Gallegos. Desde este lugar el navío finalizaría el viaje dirigiéndose hacia el este, para hacer una visita al gobernador español del archipiélago de las Malvinas, en Puerto Soledad, Pedro Pablo Sanguineto y Basso. Antes, atravesaría la hoy frontera marítima entre Argentina y Reino Unido.
(La actual Bahía Sanguineto en la provincia de Santa Cruz en la Patagonia argentina, fue nombrada así en su honor).
(El primer mapa específico de las Islas Malvinas fue realizado en 1520 por Andrés de San Martín, tripulante de la expedición de Magallanes. El 4 de febrero de 1540, un barco español capitaneado por Alonso de Camargo llegó a las islas y permaneció en el archipiélago hasta el 3 de diciembre del mismo año. El británico John Davis en 1592 las visitó cuando las islas ya aparecían en numerosos mapas españoles.
El 10 de junio de 1770 una flota española desalojó a una guarnición británica, haciéndose formalmente efectiva en 1774. Mediante la primera Convención de Nutka de 1790, Gran Bretaña aceptó de hecho la soberanía española sobre las Islas Malvinas. La Monarquía Hispánica tuvo 32 gobernadores de las Malvinas entre 1774 y 1811).
Retomando la alternativa que se le abría al viajero en la ciudad de Cuzco, para dirigirse hacia Chile por la costa del Pacífico en lugar de ir a Buenos Aires, tendría a su vez dos opciones.
Si quisiera evitar el temible desierto de Atacama (990 km desde Arica a Copiapó), se mantendría en el Camino Real del Alto Perú hasta San Miguel de Tucumán, donde cambiaría el rumbo yendo hacia el suroeste, para llegar a la ciudad de Santiago de Chile, pasando antes por:
San Fernando del Valle de Catamarca
Todos los Santos de la Nueva Rioja
Mendoza del Nuevo Valle de la Rioja
Frontera hoy entre Argentina y Chile
Si en todo caso eligiera ir por la costa aunque tuviera que atravesar el desierto de Atacama, saldría del camino Real del Alto Perú en Cuzco desde donde tendría que recorrer 513 km hasta llegar a la Villa Hermosa de Arequipa, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2000. Reanudaría la marcha por:
Tarapacá, Pica, Quillagua, Oasis de Calama, San Pedro de Atacama, Peine y Socaire
San Francisco de Copiapó de la Selva
Desviándose del camino principal visitaría San Bartolomé de la Serena (a 336 km desde Arequipa y 472 km hasta Santiago).
Santiago de Chile, sede de la Capitanía General de Chile hasta 1786, que contaba con una población cercana a los 6.000 habitantes a finales de siglo, donde repondría fuerzas por el duro camino recorrido (cualquiera de los dos que hubiera seguido) y prepararía la penúltima etapa de su viaje que sería llegar al archipiélago de Chiloé.
En Santiago haría una visita a su principal puerto, que se encuentra a 115 km de distancia, la ciudad de Nuestra Señora de las Mercedes de Puerto Claro de Valparaíso, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 2003.
A partir de este momento la ruta ya no tendría pérdida, encaminándose por los siguientes lugares:
Talagante, que desde mediados del siglo XVIII, era un paso de carreteras hacia Valparaíso.
Villa Santa Cruz de Triana (Rancagua)
San José de Buenavista de Curicó
San Bartolomé de Gamboa (Chillán), fundada en 1580.
Concepción, importante puerto de mar que contaba con 5.000 habitantes a finales de siglo.
Fuerte de San Francisco de Borja de Negrete, donde el 4 de marzo de ese año de 1793 se inició el tercer Parlamento de Negrete entre los mapuches pehuenches y las autoridades españolas, organizado por el gobernador de Chile Ambrosio O’Higgins, que fue el más solemne y costoso de cuantos se realizaron entre indios y españoles.
Ruinas de Santa María Magdalena de Villarrica, fundada en 1552 y abandonada en 1602.
Santa María la Blanca de Valdivia Desde esta bonita ciudad, rodeada de sus bosques siempre verdes, se trasladaría a la ciudad de Osorno que ese año se estaba repoblando y se había comenzado la construcción del fuerte de la Reina María Luisa. Si llegase a tiempo de este largo viaje, podría asistir muy cerca de allí al Parlamento de las Canoas, que se celebraba el 8 de septiembre de ese año de 1793, entre los españoles y los mapuches huilliches y que firmarían un trascendente tratado de paz.
Finalmente se embarcaría para cruzar el canal del Chacao y visitar en la isla de Chiloé que contaba con 27.580 habitantes en 1791, las ciudades de:
Villa y Fuerte Real de San Carlos de Chiloé (Ancud)
Santiago de Castro, con 18.785 habitantes en su región en 1784.
Era gobernador del Archipiélago ese año de 1793 el marino español Pedro de Cañaveral Ponce de León y Mesía.
Finalizada sus visitas en la isla de Chiloé se embarcaría para proseguir en demanda del estrecho de Magallanes.
Completada la salida del estrecho en el Océano Atlántico finalizaría su viaje, atravesando la hoy frontera marítima con el Reino Unido, visitando al gobernador de las Islas Malvinas, que en aquel año de 1793 era el marino y geógrafo español Pedro Pablo Sanguineto y Basso. En 1788 se contabilizaban 163 residentes, muchos de ellos marineros destacados en la isla.
Final de viaje en la Islas Malvinas, todo un símbolo para la historia que pudo ser. Hoy para hacer este recorrido habría que cruzar nada menos por 16 fronteras internacionales y 6 interestatales.
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Fuentes consultadas:
Expediciones de España en el Pacífico Noroeste
La Alta California. Sylvia L. Hilton. Fundación Mapfre América. 1992. ditorial Mapfre S.A.
Camino Real de Tierra Adentro. Unesco. Word heritage Convention
Portobelo y el San Lorenzo del Chagres. Perspectivas Imperiales. siglos XVI-XIX (tomo 2). Alfredo Castillero Calvo. Panamá, Editora Novo Art, S.A., 2016.
EL CAMINO REAL POR EL SUROCCIDENTE ANDINO DE COLOMBIA. Diego Zajec
https://visitachihuahua.com/camino-real-tierra-adentro/
https://www.mexicodesconocido.com.mx/por-el-antiguo-camino-real-chiapas-guatemala.html
https://www.fbbva.es/microsites/malaspina/la-costa-noreste-un-mar-de-hielo.html
La América española 